Palabra Profetica

MES DE ABRIL 2016

Estamos avanzando en “El año del conocimiento de Dios y su Palabra”; definitivamente partimos de la premisa que nunca podremos conocer de forma total a un Dios infinito, sin embargo por medio de su Palabra y la revelación del Espíritu Santo podemos apreciar sus manifestaciones y principalmente su gran amor y misericordia para con los humanos.
Hoy basamos la Palabra Profética del mes en la preciosa historia de la mujer Samaritana registrada en San Juan capitulo cuatro.
La historia inicia con esta mujer pagana, que tenía un largo historial de fracaso en su vida sentimental; se supone que fue una mujer influyente y de muy buena apariencia física; su cuerpo era codiciado por hombres que soñaban acostarse con ella y experimentar los placeres sensuales de vida. Había sido vilmente engañada por hombres que le proferían amor pero nunca logró ser amada, le prometían felicidad de la  que nunca gozó.
Había experimentado el desengaño conyugal en seis ocasiones y su fe estaba tan dañada que su corazón no creía a nadie; había sido marginada por sus amigos, sentía la vergüenza de su pasado y en su fuero interno ella pensaba que hasta Dios estaba en su contra.
Fue allí que apareció Jesucristo en la escena de su vida, no por accidente o casualidad; Dios tenía el plan perfecto para la transformación de esta vida.
¿Cuál fue el proceso para que esta mujer conociera, entendiera y recibiera el Don de Dios?

Todo inició con la solicitud una ofrenda por parte de Jesucristo.

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Es impresionante ver que para desatar la mayor bendición para esta desventurada mujer, había que romper el candado de la dureza de su corazón y apelar a su generosidad al solicitarle una ofrenda para el Señor.
Tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, la base de una transformación está fundamentada en una ofrenda. Ningún hombre puede acercarse a Dios con las manos vacías, Adán conocía eso y lo enseñaba a sus hijos, de manera que desde esos inicios todo hombre conocía que solo hay una forma de acercarse a Dios y es un Altar con una Ofrenda. Génesis 4: 4.

Cuando el hombre se acercaba a Dios para arreglar cuentas por su pecado, Dios pedía una ofrenda; si era para pedir dirección o protección necesitaba una ofrenda; si el motivo de buscar a Dios era para romper con una maldición necesitaba un altar con una ofrenda; si era por sanidad se le exigía presentar al sacerdote una ofrenda; si era por gratitud por un hijo o una bendición recibida llevaban una ofrenda.  Solo con ofrenda se acercó a Dios: Abel, Noé, Abraham, Jacob, David, Salomón y muchos más.
Jesucristo anhelaba cambiar la historia de la mujer en cuestión pero Jesucristo mismo le induce a presentar una ofrenda, un vaso con agua. La negación de una ofrenda te cierra las posibilidades de tu sobre abundancia. La ofrenda es la llave para cambiar tu historia de dolor, vergüenza y escases.
Dios mismo para redimir al hombre ofreció a su hijo en ofrenda y sacrificio a sí mismo. En la gracia de Cristo tu vida debe ser presentada en todas sus facetas como ofrenda a Dios. Tu vida de santidad, tu vida financiera, tu vida social, tu vida familiar. Hebreos 10: 10.
Prosiguió con un rechazo de parte de ella, a causa de su origen y religión.

Esta pobre mujer estaba marcada por la marginación de ser Samaritana y por su religión; esos dos grades muros tenían que ser derribados si deseaba cambiar su triste realidad. Los Samaritanos se consideraban una raza de sangre mezclada no pura y debido a eso practicaban una religión distinta con el fin de agradar a Dios. A esta mujer le urgía  romper esas dos grandes cadenas: Cultura  y Religión.
El Señor le hace saber que él no representa una religión, tampoco está levantando la bandera de un país en particular; Jesucristo le da a entender que su Reino no tiene jurisdicción a lugar específicos, ni iglesias exclusivas; su Reino está disponible en toda la tierra.
Lo que más anhela Jesucristo en los miembros de su reino es la Adoración, la Alabanza y la ofrenda, por esa razón Jesús despierta en esta mujer la necesidad de ser una Adoradora en Espíritu y en Verdad.

Jesucristo le ofrece a cambio de su ofrenda, su don de gracia y favor.
Si conocieras el don de Dios; esas palabras son más profundas que el pozo mismo de Jacob de donde pedía el Señor agua a esta mujer. La ignorancia de algo valioso es el peor fracaso que un hombre o una mujer pueden tener. Se dice que la educación es cara, pero es más cara la ignorancia.
Qué es el Don de Dios?

  • Es el regalo del perdón, por pura  gracia y de su favor inmerecido.
  • Es el cambio de una vida fracasada a una vida victoriosa.
  • Es una vida de sobre abundancia y la creación de un corazón lleno de generosidad.
  • Es la seguridad de una vida eterna y feliz al lado de Dios.

Cuando el ser humano ignora el don de Dios, vive una vida sin identidad y sin propósito. Los seres humanos que rechazan el don de Dios existen pero no viven, trabajan pero no disfrutan, obtienen ganancias pero no se sienten realizados. Cuando no conoces ni disfrutas el don de Dios tu vida es un martirio y se torna en una cadena de altos y bajos; la desesperación y el temor al futuro y a la muerte te invaden y te roban la paz.
Para conocer a Dios la base no es saber mucho, sino saber el valor del Don de Dios, el don de Dios esta descrito en el siguiente pasaje de la Biblia:
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna” Juan 3: 16.
La base del Don de Dios es la ofrenda de su hijo. Solo una ofrenda cambia la historia de fracaso a una de gloria y bendición.
Esta Dama, anheló beber del agua de vida que trae perfecta felicidad.

Esta mujer entendió que era el momento de cambiar su historia y después de haber dado agua al Señor le suplicó: Ahora dame de tu agua Señor.
Ya la sed de Dios se había despertado en su espíritu y tal como el ciervo brama por las aguas, ahora ella clama por esa agua.
Jesucristo entiende que esta mujer está en el punto extremo de su sed espiritual, su grado de pasión por Dios ha llegado al maximo y es hora de poder mitigar esa necesidad profunda en su vida interna.
Jesucristo le dice que necesita limpiar su vaso para beber de esa agua viva.

Jesucristo sabiendo que un agua viva, sin un ápice de contaminación humana; no puede ser vertida en un vientre enfermo y sucio, pide a esta mujer que vaya a traer a los que le han contaminado su vientre con aguas sucias y semillas venenosas.
En esta mujer se vertía semen contaminado y debido a eso su interior estaba enfermo a pesar de ser religiosa.
Traer a su marido implica, trae a los que te han sembrado falsa felicidad, falso gozo, falsa paz. Ella dice: “no hay necesidad de hacer ese viaje, ella declara que no tiene un marido oficial” Jesús aprovecha de limpiar su vaso y declararle que su lado vergonzoso él lo conoce, que no solo su infortunio sino que es capaz de transformarlo en felicidad. La religión machaca tu pasado y frecuentemente te discrimina por tus errores presentes; Jesucristo perdona tu pasado, tu presente, tu futuro; y limpia tu vida y te declara como si nunca hubieras pecado ¡Aleluya!
Decide beber esa agua y automatícenle se convierte en hija del Padre y Adoradora.

La Mujer recibe en su vida la más grande experiencia de perdón, amor y aceptación de parte de Dios. El agua de vida corre por su vientre y sana toda su contaminación seminal del pasado y ahora se convierte en hija del Padre Dios.
Jesucristo como hijo vino a buscar y a Salvar lo que estaba perdido, mientras que el Padre con esos redimidos los transforma en Adoradores que le adoren en Espíritu y en Verdad. Una vez has sido redimido él Padre te convierte en una fuente de Ofrenda, Alabanza y Adoración. Juan 4: 23.
Aquellos que dicen ser redimidos y no están en la zona de los que ofrecen con pasión Ofrendas, Alabanza y Adoración se puede decir que murieron en su nacimiento, son como abortivos pues la señal de vida nueva y maravillosa nos es otra cosa que tu Ofrenda, Adoración y Alabanza.
La Samaritana ya redimida se torna en una mujer de alabanza, ofrenda y adoración; recibe un llamado a desarrollar un Ministerio de Multitudes.

Todo lo que comenzó con una ofrenda término con un gran Ministerio, nunca se imaginó esta mujer anónima, que su vida saltaría al salón de la fama de mujeres sembradoras a las cuales se les confirió ministerios de alcance mundial. Sin saberlo, ella por su ofrenda, alcanzó estar al nivel de Sara, Ana, Ester, María (hermana de Lázaro), María (la que vació el alabastro) y otras muchas mujeres que su ofrenda las catapultó al salón de la fama en el reino de Dios.
Nunca lograrás grandes ministerios si no comienzas y continúas siendo una persona de Ofrenda, Alabaza y Adoración.
Cuando entiendes esto entonces  puedes decir: “Entiendo el Don de Dios”. Muchos que viven vidas espirituales deplorables y ministerios frustrados, deben cambiar esa historia ofrendando sus vida completas y eso quebrará  sus vidas raquíticas, y se convertirán en una fuente inagotable de aguas que saltan en adoración y alabaza que producen vida eterna. ¡Aleluya!

Determinación del mes

Determinamos conocer el don de Dios y activar un corazón abierto a ofrecer nuestras vidas y nuestras ofrendas en el Reino de Dios. Determinamos romper con el oscuro pasado de una vida religiosa, llena de ataduras y desgracias; proponemos tener un corazón súper generoso para los proyectos del Reino de Jesucristo. Determinamos ser vasos limpios en donde la fuente de la gloria de Dios corre con sus límpidas aguas de la adoración y la alabanza.
Como hijos e hijas del Reino determinamos ser Adoradores Apasionados, Ardientes en la Alabanza y fieles con nuestra honra a Dios por medio de nuestros Diezmos y Ofrendas.

Angel Emilio y Miriam Ortez.